LA LEY PRETENDE crear UN ESPEJISMO DE REcuperación ECONÓMICA haciendo QUE LOS desempleados desaparezcan de las listas del paro mientras se arruinan MONTANDO NEGOCIOS que fracasarán en un 90%.
Ya está. El gobierno acaba de aprobar la Ley de Emprendedores que va a facilitar la creación de nuevas empresas, gracias a las cuales deberíamos notar un incremento de la actividad económica.
Esto sería así en un contexto de bonanza, pero en un contexto de hundimiento del consumo debido al paro, a los recortes salariales y al temor de perder el empleo, estos emprendedores están condenados al fracaso en su gran mayoría.
Todas las estadísticas sobre el fracaso de las nuevas empresas son abrumadoras. Emprendedor XXI, de La Caixa, habla de que más del 70% de los nuevos negocios no llegan a los cuatro años de vida. Para García Ordóñez, de la Universidad de Cádiz, el 80% de las nuevas empresas quiebran antes de cinco años.
En el resto de países desarrollados las cifras son bastante similares. La última referencia que resulta fundamental, dada la situación de España, es la de Argentina. Según la Asociación Argentina para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa, «Sólo el 7% de los emprendimientos llega al 2º año de vida, y sólo el 3% de los emprendimientos llega al 5º año de vida».
Incluso suponiendo que el futuro de España fuera a ser mejor que el pasado reciente de Argentina, nadie en su sano juicio invertiría ahora su dinero en la creación de nuevos negocios. Por otro lado, con el grifo del crédito completamente cerrado incluso para las pequeñas empresas rentables existentes que sólo tienen problemas de liquidez, es impensable pretender que los bancos van a financiar nuevos proyectos de emprendimiento.
¿Así que por qué y para quién está el gobierno aprobando una Ley de Emprendedores cuando estamos en el peor momento de nuestra historia reciente para montar negocios, y además el crédito es inexistente?
La respuesta da escalofríos: es para los parados que buscan desesperadamente crearse su propio puesto de trabajo. Me explico con un ejemplo.
Pongamos el caso típico, pero muy duro, de un trabajador despedido con cincuenta años que haya cotizado desde joven, y cuyo sueldo reciente fuera de 2.000 euros mensuales. Lo normal es que cuente con una indemnización de 12 mensualidades, o de 24 si fue despedido antes de la última reforma laboral. Así, es fácil que junte entre 25.000 y 50.000 euros por la indemnización.
Si este trabajador capitalizara el paro, es decir que anticipara de una sola vez el cobro de su prestación para montar un negocio, podría juntar otros 30.000 euros. Si lo sumamos a la indemnización por despido, lo normal es que pueda disponer de entre 50.000 y 80.000 euros, y eso sin contar con otros ahorros familiares que pudiera tener.
Según mi experiencia como arquitecto, el coste de montar una peluquería puede estar entre los 15.000 y 30.000 euros, mientras que el de una frutería está entre 30.000 y 40.000 euros. Un bar sencillo -no un irlandés lleno de madera- oscila entre los 50.000 y los 100.000 euros. Una franquicia mínimamente seria puede costar unos 30.000 euros, y eso no incluye las obras del local ni la inversión en inventario que citaba antes, ni el cánon publicitario o los royalties mensuales que exige la franquicia.
Así que el parado de cincuenta años, con hijos estudiando, con un pequeño capital para montar un negocio, y ninguna perspectiva de encontrar un trabajo en años, es el suicida ideal al que darle un empujoncito con esta Ley de Emprendedores para que se tire a la piscina y se convierta en un valiente pequeño empresario.
Independientemente del éxito o del fracaso de los futuros negocios, los beneficios para el gobierno son evidentes: el desempleado -ahora emprendedor- deja de estar en el paro y gasta todo el dinero del subsidio, el de la indemnización, más otros ahorros que pudiera tener en estimular hoy la economía del país, pese a agravar muy probablemente su situación futura.
Lo más habitual es que el emprendedor no tenga mucha experiencia en llevar un negocio, que no conozca las necesidades del mercado, que no sepa cómo promocionarlo, que no sepa cómo fidelizar a los clientes y que no sepa cómo gestionar los flujos de caja o el inventario, pero a pesar de todo resista con pérdidas durante meses o años -si puede- con tal de sacar adelante a los suyos. Si ha actuado con criterio deberá haber previsto un colchón de capital para asumir pérdidas durante mínimo un año.
Gracias a la liberalización de los horarios comerciales, los familiares directos acabarán turnándose para trabajar en el negocio, pero a pesar de todo las deudas no dejarán de crecer. Tendrán que malvender propiedades que tuviera la familia (la segunda residencia o la casa del pueblo, el coche o incluso rehipotecar su casa si estuviera ya pagada), y finalmente se verán abocados al cierre y a la ejecución de la hipoteca sobre su domicilio familar.
Perdón, corrijo esto último. Gracias a esta nueva ley, el hogar familiar estará a salvo de la banca, al menos hasta un valor de 300.000 euros. Aquí es donde se demuestra la perversidad de la ley. El gobierno sabe perfectamente que por lo menos el 80% de los emprendedores van a fracasar, que acabarán con deudas, y que en muchos casos pordían perder hasta la vivienda habitual, así que han puesto el parche antes que la herida.
Mi consejo para el ciudadano que he puesto de ejemplo, un caso frecuente y crítico para las familias, es gastar lo menos posible mientras se adquiere formación en idiomas, informática y cualquier otra capacidad relacionada con su trabajo anterior o uno futurible. El capital de la indemnización por despido, más dos años de paro tienen que permitir aguantar ese tiempo y otro tanto por lo menos si se reducen los gastos más superfluos.
Resulta contradictorio -como poco- que mientras que el gran capital huye despavorido del país, mientras que los bancos no prestan un euro porque están convencidos de que no lo van a recuperar, el gobierno de Rajoy pretenda que sea quienes más desesperados están -los parados- los que tiren del carro de la economía, pese a que se van a ir a la ruina en su inmensa mayoría.
Creo que la creación de nuevos negocios es fundamental en toda economía, y que es algo que hay que fomentar, pero montar un negocio requiere formación, tener las ideas muy claras, una gran capacidad de iniciativa, estar convencido de que se puede sacar adelante el proyecto y contar con financiación externa si los beneficios tardan más de lo previsto en llegar.
El gobierno podría tomar otras muchas medidas para crear empleo en lugar de fomentar que se arruinen los parados, pero su prioridad por la deflación interna como manera de permanecer en el euro le incapacitan para ello.
Gabriel Asuar Coupé
http://www.desgobierno.es
25 de mayo de 2013
Como dice Gabriel, tal vez este no sea el mejor momento para emprender en España teniendo en cuenta el contexto económico y político del país. Es un buen intento por parte del gobierno para bajar la tasa de paro a costa de los más desesperados, es decir, los parados que arriesgarán sus pocos ahorros en esta aventura porque montar un negocio implica un riesgo. No hay garantía de éxito. Con mentalidad de funcionario o asalariado es imposible triunfar en el mundo empresarial.
TOTALMENTE DE ACUERDO.. CON ESTA LEY, Y CON OTRAS DE ESTA CASTA DE MENTES MEDIOCRES Y SIN VISION DE FUTURO, LLEVO TIEMPO CON UNA DUDA. 1- A PESAR DE TANTOS ASESORES , EN EL FONDO TIENEN SUBDESAROLLADA LA CAPACIDAD DE PREDECIR Y VER EL FUTURO ECONOMICO Y SOBREDESAROLLADA SU CAPACIDAD DE CHARLATANES DE BARRIO( ES DECIR NO TIENEN NI PUTA IDEA). 2- O SI QUE SABEN Y LO VEN, PERO TIENEN LA SANGRE TAN FRIA DE MENTIR A SABIENDAS SIN NINGUNA VERGUENZA (MENTIROSOS FRIOS, IRESPONSABLES Y COMPULSIVOS).
Muchas gracias, una vez más, por el artículo. En resumidas cuentas, ¿para qué queremos más negocios si no tenemos dinero para gastarlo en ellos? En fin, que el sistema plantea más de lo mismo, más de lo mismo que esta vez nos lleva a la ruina total. Sin embargo, no creo que ello se deba a un grupo de ineptos decisores y asesores sino a un plan bien orquestado llamado «Nuevo reparto mundial». La solución está en un retorno a la autarquía (en la medida de lo posible) y a un gasto limitado y responsable.
FUI EMPRENDEDORA HACE 10 AÑOS Y NO DEJO DE SENTIR PENA POR LOS QUE AHORA CAEN EN ESE ENGAÑO..POR QUE EL DINERO VA Y VIENE,EN EPOCA DE BONANZA..PERO AHORA LO QUE TAMBIEN PERDERAN ES LA SALUD,,HAY OTRA ALTERNATIVA..GUARDAR EL DINERO BAJO EL COLCHON E IR HACIENDO USO DE EL POCO A POCO Y CON CABEZA..A SABER..SANIDAD,EDUCACION..TODO ESO POR LO QUE SE SUPONE QUE HEMOS PAGADO IMPUESTOS,TO DO LO QUE DEBEREMOS PAGAR PORQUE SE ESTA PRIVATIZANDO..APROVECHEN Y CRIEN A SUS HIJOS O NIETOS..ES LO MEJOR QUE PUEDEN HACER.
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Es lo que he escrito en mi entrada de blog. A todo eso hay que añadir que estos pequeños emprendedores montan negocios extrapolados que han visto que funcionan en Nueva York y como en Soria no hay … entonces lo montan.
Constato que hay negocios que están funcionando muy bien. Debido a los cambios de hábitos y de consumo hay oportunidades que los más observadores y decididos están aprovechando. Y como lo estoy viendo de cerca también puedo aseguraros que no solo no lo cuentan sino que intentan pasar lo más desapercibidos posibles para evitar competidores.
Muchas cosas están cambiando y el que lo sabe ver se puede ganar la vida muy bien.
Tienes razón, hay negocios que funcionan, y sin tener que hacer grandes inversiones. Muchas veces lo más simple es lo que triunfa.