El título del este post es uno de los argumentos más frecuentes a la hora de defender la permanencia de España en el euro, y cuestiona el precio al que saldría el petróleo (y su repercusión en los combustibles) si volviéramos a una moneda soberana devaluada. Este planteamiento es un error típico, ya que no tiene en cuenta las consecuencias de ese petróleo tan «barato» gracias al excesivo valor de la moneda.
Lo que hace que un país sea rico (y que pueda importar mucho más) es su competitividad, es decir su capacidad para vender bienes al exterior. Cuanto más exportas, más dinero consigues para poder importar. Da lo mismo que tu moneda sea fuerte o débil, lo que importa es que exportes lo suficiente para luego poder importar petróleo, otras necesidades y bienes de lujo.
A continuación voy a explicar el mecanismo concreto de todo esto, y para ello desentrañaré el funcionamiento y la utilidad de las reservas en dólares de los bancos centrales. Es muy interesante, y nadie lo explica.