Los bancos centrales más importantes, con sus medidas extremas, están dejando ver que están en pánico. Han bajado abruptamente los tipos a cero a la vez que han anunciado inyecciones históricas de liquidez en los mercados. El quantitative easing y las compras directas en los mercados (bonos y acciones) no son más que impresión de dinero para sostener la valoración de los activos e intentar evitar una corrección que tendría consecuencias devastadoras en la valoración del ahorro global, tanto en manos de instituciones como de particulares (fondos de pensiones y de inversión).
Christine Lagarde, la jefa del Banco Central Europeo ha parafraseado el «whatever it takes» de Draghi con un «I would hope that I never have to do whatever it takes«, para dejar bien claro que el BCE hará lo que tenga que hacer para salvar el Euro. ¿Cómo? ¿Ya estamos otra vez intentando salvar el Euro? ¿Acaso está en peligro por el Coronavirus?
En este breve post explicaré que el cierre del grifo del BCE a la banca griega va a ser sustituido por la ELA (Emergency Liquidity Assistance), y sobre todo, qué quiere decir esto para el Euro.
MECANISMOS DE LIQUIDEZ DEL BCE
La ELA, la asistencia de liquidez de emergencia, es un mecanismo de los bancos nacionales para suministrar liquidez a la banca cuando el Banco Central Europeo se niega a hacerlo. Pero para entender esto, es mejor explicar primero el mecanismo habitual de liquidez del BCE.
Normalmente, el BCE suministra liquidez a plazo semanal a la banca a tipos muy bajos, a condición de que las entidades pongan títulos de deuda (pública o privada) fiables como garantía (el llamado colateral). Así, los bancos pueden comprar deuda pública con liquidez del BCE, poner estos títulos como colateral ante el BCE y volver a comprar más deuda con dinero fresco del banco central, una y otra vez (así compran el favor del gobierno de turno, por financiarle la deuda pública).
Este es el famoso mecanismo por el que los bancos rescatan sus maltrechos balances, tomando prestado al 1% y prestando a los estados (a los contribuyentes) al 5%. Así, los ciudadanos vamos pagando poco a poco un invisible rescate global a la banca y a sus accionistas, el gran capital.
En este artículo voy a justificar que, pese a lo que mantienen las autoridades europeas, la unión monetaria sí tiene mecanismo de marcha atrás, y que todos los euros no son legalmente iguales. tienen el mismo valor mientras perdure el consenso político.
Diseño del euro
Cuando se fundó el euro en 1993 en el tratado de Maastricht, se tomaron una serie de decisiones fundamentales respecto de la arquitectura de la Unión Europea y del Euro. Estas decisiones venían recomendadas por el «Delors Report» de 1989 en el que el presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995 sentó las bases del Tratado de la Unión Europea y de la introducción del euro en 1999.
Intentaré tratar en otro post la historia de esta concepción equivocada (o mal implementada) de la Unión Europea, tal y como su padre fundador ha reconocido en una entrevista concedida en 2011 a The Telegraph.
Resulta chocante que preguntado respecto de si el euro sobrevivirá, evita pronunciarse al respecto citando a Gramsci: «tengo el pesimismo del intelectual y el optimismo de la voluntad». Que el padre creador del euro no transmita más apoyo mediático a la moneda única es sintomático.
Fue decisión del Delors Report conservar los bancos centrales nacionales con atribuciones importantes, federados bajo una autoridad central, el Banco Central Europeo (BCE).
Cada banco nacional imprimiría billetes y acuñaría monedas (agregado monetario M0) por un monto proporcional a su participación en el BCE, y estos billetes y monedas tendrían una identificación del banco nacional emisor (letra del número de serie).
El dinero electrónico bancario, el de las cuentas bancarias de los ciudadanos y empresas (agregado monetario M1), estaría residenciado en el país de la sucursal bancaria.
Igual desconocen que el montante de todas las cuentas bancarias de cada banco en un país está supervisado por el banco central nacional, y esta es la manera de controlar que no se crea dinero electrónico ilícito por las entidades financieras. A su vez, los saldos de los bancos centrales nacionales están controlados por el BCE, para que estos tampoco creen dinero sin autorización para financiar a los estados.
Por lo tanto, tengamos claro que si bien valen lo mismo, tanto los euros en metálico como los electrónicos de la Eurozona tienen una nacionalidad que los distingue legalmente. Y esto también se aplica para los euros que pertenecen a extranjeros a la eurozona que, o bien son en metálico y están identificados por la letra del número de serie, o bien son depósitos bancarios en un banco necesariamente de la eurozona o con un acuerdo con alguno.
Hasta aquí la cosa es sencilla, ¿pero qué pasa cuando transferimos electrónicamente dinero de una cuenta española a una alemana? ¿Hay una conversión de euros españoles a euros alemanes, o son los mismos? ¿Se realiza un cambio de nacionalidad de moneda?
Pues sí. Se produce un cambio puro y duro entre dos divisas de mismo valor, de euros españoles a euros alemanes. Parecido a lo que pasaba en Argentida con los pesos convertibles al pasarlos a dólares.Tanto es así, que dicha transferencia europea genera una deuda del Banco de España con el Bundesbank. ¿Chocante?
La orden de transferencia resta el importe de la transferencia del balance del banco comercial de origen, pasa por el Banco de España que se tiene que anotar una deuda para con el Bundesbank. Este último anota un abono en su activo, lo comunica al banco destinario, quien a su vez lo abona a la cuenta final.
El Banco de España ha llegado a adeudar en 2012, a través del sistema Target 2, hasta 400.000 millones euros al Bundesbank, a sumar al resto de deuda pública y privada con el exterior. Esto es un desequilibrio enorme en el sistema de bancos centrales europeos, pero que ha sido aceptado para soportar la unión monetaria.
Fuera de la Eurozona, en los intercambios económicos entre distintos países con sus monedas soberanas, cuando un país sufre un progresivo déficit comercial y de balanza de pagos, se ve obligado a devaluar la moneda.
En el marco de una unión monetaria, cuando se produce este déficit, el ajuste pasa por reducir costes laborales mediante el mecanismo de la reforma laboral, el paro y la precariedad que obligan a la sociedad a aceptar trabajos peor pagados.
Volviendo al tema del post, creo que ahora podéis entender que el euro es perfectamente desmantelable, puesto que las estructuras de bancos centrales nacionales siguen intactas, puesto que la contabilidad Target 2 registra con detalle las deudas entre los bancos nacionales, y puesto que se sabe perfectamente qué euros se deben cambiar a qué nuevas divisas soberanas.
La gráfica muestra la salida de capital que se produjo durante la crisis del euro de 2012, cuando en un año se produjo una fuga de capitales que todavía perduda en parte.
No existe voluntad de explicar a los ciudadanos esta arquitectura del Euro para no afectar a la confianza que tiene la población en su moneda. Los ciudadanos empezarían a mirar las letras en los billetes, coleccionando los de la letra X e intentarían abrir cuentas en Alemania.
Pero esto último no es tan fácil, ya que se han puesto todas las trabas posibles para evitarlo. Hace falta tener más de 50.000 ó 100.000 euros (según los bancos) para poder gestionar desde España la apertura de una cuenta en una sucursal alemana de un banco español. Ir de viaje a Alemania y abrir una cuenta sobre la marcha tampoco es fácil, puesto que suelen pedir justificante de residencia en ese país.
Como siempre, quien tiene capital no tiene problemas para ponerse a cubierto de lo que pueda pasar con el euro, pero el ciudadano común ahorrador, pocas opciones tiene más allá de sacar su dinero del banco.
Buena suerte.
Gabriel Asuar Coupé
desgobierno.es
21 de enero de 2015
En este breve post argumento que la crisis financiera desatada en Estados Unidos no es la causante de la crisis europea, sino el detonante.
La moneda única introducida una década atrás, y la falta de unión política y fiscal son los responsables de los profundos desequilibrios que nos han llevado a esta crisis desconocida, y en la que estamos sacrificando a pueblos enteros en nombre del Euro.
La crisis financiera originada en Estados Unidos en 2007, y después extendida por el mundo, ha arraigado en Europa de una manera inusualmente dramática y asimétrica.
Mientras que algunos países como Alemania, Holanda y Austria parece que han dejado atrás la crisis, el sur de Europa –o mejor dicho “la periferia”- parece que se hunde más y más sin que se encuentre solución eficaz. La austeridad ha hecho decrecer el PIB, ha generado millones de parados y ha disparado la desigualdad.
Una moneda única mal diseñada ha permitido que los países del sur se endeudaran a bajos tipos para hinchar una burbuja inmobiliaria negada obstinadamente hasta que pinchó. La moneda única volvió rápidamente poco competitivas las economías del sur, las cuales soportaron durante años una balanza comercial negativa a base de pedir prestado dinero barato a Alemania. Este país, que tenía excedentes de capital, los empleaba en financiar a sus clientes para que no dejaran de comprarle, aunque fuera a crédito.
Cuando la caída de Lehman Brothers provoca un tsunami financiero que recorre el mundo, los inversores entran en modo pánico y dejan de prestar a la economía productiva. La financiación se interrumpe bruscamente, y los desequilibrios acumulados durante una década de moneda única y tipos históricamente bajos salen a la superficie. Ahora toca PAGAR.
Las burbujas inmobiliarias en Irlanda y en España pinchan. En el resto de países también hay excesos inmobiliarios para purgar. Los bancos y cajas acumulan pérdidas enormes y la clase política casi al unísono nos hace creer que tienen ser rescatados con dinero público (eso ya no es así).
Esto supone que el endeudamiento privado se va traspasando mediante el mecanismo de “socialización de pérdidas” a endeudamiento público. Los acreedores aplauden este mecanismo que les garantiza el valor de sus activos, su patrimonio, su gran capital.
En consecuencia, hay que recortar gasto público, subir los impuestos y empezar a amortizar las deudas.
Pero para devolver el capital a los acreedores extranjeros hace falta primero dejar de pedir prestado, y segundo generar superávit comercial que genere el capital necesario para pagar. Tradicionalmente en España, la manera de corregir un déficit de balanza ha sido devaluar la moneda (1959, 1967, 1976, 1977, 1982, 1992, 1992 bis, 1993 y 1995), ya que la alternativa era mucho más dolorosa, y consistía en bajar los sueldos a los trabajadores ya fuera por decreto o ya fuera por “mecanismos de mercado”.
Estos mecanismos de mercado son ni más ni menos que la oferta y la demanda. Si no hay oferta de trabajo y sí mucha demanda, los trabajadores aceptarán trabajar por menos para competir con los otros trabajadores en paro. Este sistema opera con tanta más fuerza cuantos más parados hay, y cuantos menos derechos tienen estos (ya que un trabajador no está autorizado a rebajar sus derechos mínimos).
El diseño del euro que impide las devaluaciones competitivas que ahorran mucho sufrimiento a la población, y la ausencia de sistemas europeos comunes de garantías sociales, derechos laborales y fiscalidad, han desembocado en una crisis sin precedentes.
Es la concepción de la Unión Europea lo que hace aguas, pero ninguno de los históricos partidos mayoritarios está dispuesto a reconocer que se equivocaron profundamente en los años ochenta y noventa cuando se negoció el modelo europeo. Hemos tenido que esperar más de cinco años de crisis para que nuevos partidos sin la hipoteca del pasado denuncien que esta Unión Europea ha sido creada con un interés muy distinto al de la paz en Europa, que no es otro que el de crear un gran mercado para las grandes empresas y para el capital, en detrimento de los derechos de los ciudadanos.
Gabriel Asuar Coupé
desgobierno.es
20 de enero de 2015
En este artículo trato la relación entre una posible implantación de la RBU y las restricciones que supone la Union Europea a los necesarios ajustes que conllevaría.
La Renta Básica Universal consiste -a modo de introducción al artículo y sin entrar en detalles- en una renta que cobraría todo ciudadano residente en el país por el mero hecho de existir, con independencia de que tuviera trabajo, fuera pensionista o fuera estudiante. Por eso se conoce también como Renta Básica Incondicional (RBI), término que prefiero por ser más claro y que emplearé en el resto del artículo.
También hay que aclarar que todos los demás subsidios cuya cuantía fuera inferior a la RBI no se cobrarían. Los subsidios de cuantía superior considerarían incluida la RBI, y por tanto no percibirían mejora.
Las virtudes esenciales de la RBI suelen considerarse:
Eliminaría la exclusión social, el hambre y la probreza.
Incrementaría la demanda interna del país, y por tanto crearía puestos de trabajo.
Mejoraría las condiciones de negociación salarial, ya que el trabajo en condiciones indignas no sería aceptado.
La riqueza estaría mucho mejor distribuida, lo que repercutiría en una sociedad mejor y más igualitaria.
Los detractores de la Renta Básica Incondicional suelen criticarla con los siguientes argumentos:
Patricia Botín también cobraría la RBI, lo cual no tiene sentido. Es una ayuda indiscriminada que cobrarían también los más ricos.
Tiene un coste disparatado de 145.000 millones de euros anuales, que se traduce ya sea en subida desproporcionada de impuestos o en impresión desaforada de dinero (imposible en la eurozona).
Desincentiva el trabajo en zonas de baja renta o en ciertos grupos sociales.
Provoca un efecto llamada para la inmigración.
Hace perder competitividad al país por los altos costes laborales, lo cual lleva a una crisis de balanza comercial y de pagos como la que padecemos en estos últimos años.
En el resto del artículo justifico qué críticas considero infundadas, pero también cuáles son reales y cómo enfrentarlas. Sigue leyendo →
EXPLICACIÓN DE CÓMO EL LIBRE COMERCIO ESTÁ TENIENDO UNAS CONSECUENCIAS DESASTROSAS PARA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA Y la DE OCCIDENTE EN GENERAL.
La globalización económica ha llegado hasta el punto de parecernos normal ver en cualquier escaparate de juguetería o bazar chino uno de esos minihelicópteros teledirigidos de tres o hasta cuatro canales, rotores contrarrotatorios y giróscopo electrónico que vuelan a la perfección, a un precio de venta inferior a veinticinco euros.
Pensamos que la mano de obra en China, Bangladesh o Vietnam es tan barata que eso justifica su precio, sin pensar en las consecuencias.
No nos paramos a pensar si es razonable que un trabajador chino en una planta de montaje de pequeños helicópteros cobre algo más de 1 euro a la hora, mientras que un operario en una fábrica de juguetes española cobre, según el convenio colectivo, un sueldo base de 8 euros a la hora por hacer un trabajo de similar capacitación.
El mismo helicóptero radiocontrol fabricado en España debería costar al menos 100 euros, si tenemos en cuenta que nuestra industria ya no fabrica la mayoría de los componentes del mismo, y que no podríamos beneficiarnos de la economía de escala de los fabricantes chinos con su mercado global. ¿Además, quién diablos querría comprar un microhelicóptero por 100 euros?
Crítica constructiva y reflexión sobre la regulación administrativa, en base al programa de Salvados del 3 de marzo de 2013 titulado Emperdedores, con subtítulo «¿Es España un país para emprendedores?».
Joan Rosell entrevistado por Jordi Evole para el programa Salvados.
En el programa de ayer, Jordi Evole entrevista -entre otros- a Joan Rosell, el presidente de la CEOE que sustituye al presunto delincuente GerardoDíaz Ferrán. Que Rosell diga barbaridades que atentan contra el bienestar de los trabajadores es comprensible en alguien que textualmente «defiende y representa los intereses empresariales antes los poderes públicos y la sociedad en general». Pero que Jordi Evole no dé voz a la tesis contraria respecto del supuesto exceso de regulación y trámites administrativos para las empresas, es menos comprensible. En este artículo voy a colmar ese vacío.
Antes de nada, quiero aclarar que los programas que más admiro de la televisión actual son Salvados y La Sexta Columna. Así que la crítica que voy a hacer de la entrega de ayer no se produce desde la animadversión, sino desde el profundo aprecio por la función impagable que está desempeñando el programa y el esperanzador éxito de audiencia que ha conquistado.
La tesis del Salvados de ayer era que en España hay una excesiva dificultad administrativa para crear empresas. Ponían el curioso ejemplo de que, según el indicador Doing Business 2013 del Banco Mundial, es más fácil establecer una empresa en el Congo que en España, y entrevistador y entrevistado (Alejandro Vesga, revista Emprendedores) se quedaban tan anchos. Si lo dice el Banco Mundial…
Para elaborar ese índice no debe importar que en la República «Democrática» del Congo las empresas extranjeras sólo tengan que sobornar a la familia del dictador Joseph Kabila, y así obtener permiso para contaminar ríos, explotar mano de obra infantil, establecer seguridad privada con mercenarios, deforestar el país o desplazar a poblaciones autóctonas. Lo que le importa al Banco Mundial es que en el Congo cuesta menos tiempo y papeleo montar una empresa.
Por suerte, el ejemplo del Congo es perfecto para entender la crítica que hago a Rosell primero y a Salvados después por no haber entrevistado a un funcionario o a un técnico de la administración. Este nos habría justificado que la aplicación de las normativas de incendios, de medio ambiente, de ordenación del territorio, de contaminación acústica, de suelos contaminados, de seguridad y salud laboral y otras muchas, implican la existencia de departamentos administrativos que las vigilen. Sigue leyendo →
En los últimos meses se están sucediendo noticias de devaluaciones forzadas de divisas con el objetivo de mejorar la competitividad de la propia economía a costa de la del resto de países.
Es evidente que una moneda débil, de poco valor, favorece las exportaciones y reduce las importaciones. El resultado es un superávit comercial que se refleja en la balanza de pagos positiva, en la acumulación de capital y en el aumento de reservas del banco central.
Una moneda demasiado fuerte -la trampa del euro para los PIIGS- es demoledora para la economía. Se importa demasiado, las exportaciones se hunden debido a los altos costes, y el capital sale del país por culpa del pago de las importaciones. A corto plazo se sustituye el dinero que falta por créditos del exterior, pero esta situación es insostenible al cabo de unos años, como estamos comprobando. Más tarde o más temprano habrá que devolver los créditos, pero para eso habrá que invertir primero la balanza comercial para que entren capitales con los que pagar las deudas.
El título del este post es uno de los argumentos más frecuentes a la hora de defender la permanencia de España en el euro, y cuestiona el precio al que saldría el petróleo (y su repercusión en los combustibles) si volviéramos a una moneda soberana devaluada. Este planteamiento es un error típico, ya que no tiene en cuenta las consecuencias de ese petróleo tan «barato» gracias al excesivo valor de la moneda.
Lo que hace que un país sea rico (y que pueda importar mucho más) es su competitividad, es decir su capacidad para vender bienes al exterior. Cuanto más exportas, más dinero consigues para poder importar. Da lo mismo que tu moneda sea fuerte o débil, lo que importa es que exportes lo suficiente para luego poder importar petróleo, otras necesidades y bienes de lujo.
A continuación voy a explicar el mecanismo concreto de todo esto, y para ello desentrañaré el funcionamiento y la utilidad de las reservas en dólares de los bancos centrales.Es muy interesante, y nadie lo explica.
En este artículo voy a tirar del hilo sucesivamente para destapar las causas últimas que nos han llevado a esta crisis. De este modo veremos que lo que está en juego no es ni más ni menos que la supremacía de parte del mundo sobre el resto, y esta crisis va a suponer un replanteamiento del equilibrio mundial.
1. COLAPSO FINANCIERO
Para el ojo inadvertido, esta crisis puede aparentar tener un origen financiero. El sistema bancario, gracias a unos tipos de interés increíblemente bajos de los bancos centrales y gracias a la desregulación financiera, han multiplicado sus beneficios exponencialmente al tiempo que generaban un esquema Ponzi de deuda que será imposible devolver. La crisis es el colapso de esta estafa piramidal, ya que la deuda no podrá crecer mucho más, a falta de lo cual no se podrán pagar los intereses ya comprometidos.
¿De verdad es tan sencilla de entender la crisis? Tiremos del hilo… ¿Por qué Occidente ha permitido que el sistema financiero acaparara semejante proporción de riqueza global, sustrayéndola del sistema productivo?Sigue leyendo →