¿Nos saldría aún más caro el petróleo si saliéramos del euro?


El título del este post es uno de los argumentos más frecuentes a la hora de defender la permanencia de España en el euro, y cuestiona el precio al que saldría el petróleo (y su repercusión en los combustibles) si volviéramos a una moneda soberana devaluada. Este planteamiento es un error típico, ya que no tiene en cuenta las consecuencias de ese petróleo tan «barato» gracias al excesivo valor de la moneda.

Lo que hace que un país sea rico (y que pueda importar mucho más) es su competitividad, es decir su capacidad para vender bienes al exterior. Cuanto más exportas, más dinero consigues para poder importar. Da lo mismo que tu moneda sea fuerte o débil, lo que importa es que exportes lo suficiente para luego poder importar petróleo, otras necesidades y bienes de lujo.

A continuación voy a explicar el mecanismo concreto de todo esto, y para ello desentrañaré el funcionamiento y la utilidad de las reservas en dólares de los bancos centrales. Es muy interesante, y nadie lo explica.

El petróleo a nivel internacional se comercializa en dólares desde el final de la Segunda Guerra Mundial (acuerdos de Bretton Woods). Esto está empezando a cambiar, ya que algunos países comienzan a aceptar euros al vender hidrocarburos, pese al descontento de EEUU. En cualquier caso, tanto euros como dólares no son monedas que podamos «imprimir», ya que no tenemos soberanía sobre las mismas.

Supongamos que volviéramos a una moneda soberana, llamémosle Nuevas Pesetas. La creación de dinero por parte del Banco de España serviría para pagar los gastos internos del gobierno, pero no las importaciones. Las importaciones se pagan solo en dólares o en euros, y ninguna empresa extranjera aceptaría nuestra divisa, la nueva peseta.

Es fundamental entender que ningún país ni autoridad monetaria extranjera aceptaría cambiarnos cantidades importantes de nuevas pesetas por dólares. Esto sucede con los particulares cuando vamos de viaje porque hay un acuerdo financiero internacional para que sea así, y debido también a la suculenta comisión que nos cobran. Pero el Banco de España no puede imprimir mil millones de pesetas y pretender comprar dólares con ellas. Nadie las aceptaría.

Las reservas de dólares de cualquier país solo se pueden conseguir mediante exportaciones, excepción hecha de los «swaps de liquidez» entre bancos centrales (pero esa es otra historia, y tampoco nos ayudaría en nuestro caso).

Esto quiere decir que, por ejemplo Avia (distribuidora independiente de combustible), deberá pedir al Banco de España que le cambie pesetas por dólares para poder importar el petróleo que luego nos venderá refinado en las estaciones de servicio.

A su vez, Camper vende calzado al extranjero y cobra en dólares, que son cambiados en el Banco de España por pesetas para pagar tanto los impuestos, como los gastos en personal y resto de costes de fabricación (de la parte que no tenga externalizada a China).

Es decir, que el Banco de España va acumulando divisas extranjeras (normalmente dólares) cuando Camper exporta calzado, y gasta sus reservas cuando Avia importa petróleo.

Si gastamos más importando que lo que ganamos exportando, las reservas de divisas del BdE se acabarán, y no podremos importar más salvo que nos endeudemos en dólares durante un tiempo. Pero eso será vivir de prestado, y la situación empeorará en breve si no se revierte la balanza comercial.

Lo fundamental para importar energía es que el país (el banco central) tenga reservas de divisas, con las que cambiar moneda al importador para que nos llegue el petróleo extranjero. Cuando un país tiene una moneda demasiado cara, las exportaciones se hunden mientras que las importaciones crecen. Es como una familia que gasta más de lo que ingresa. Esto se denomina un problema de competitividad.

Para ajustar la competitividad hay que reducir los precios y los sueldos de modo que se alineen con los del exterior. Esto se puede hacer de dos maneras, una indolora y otra muy dolorosa:

— la indolora (relativamente) consiste en devaluar la moneda para que el ajuste sea instantáneo y en cuestión de meses se revierta la balanza comercial. Se genera empleo rápidamente al importar menos, exportar más y al comprar más productos nacionales. Eso sí, viajar al extranjero sale más caro, y también subirán los iPhones, la gasolina y las zapatillas Nike.

— la dolorosa es la llamada deflación interna. Esto consiste en obligar a la población a que acepte trabajar por menos, para que los costes empresariales se reduzcan, y con ello los precios de nuestros productos. Salvo que se aplique un real decreto de reducción de sueldos (por ejemplo todos perderíamos un 30% del sueldo, pero la hipoteca seguiría igual), este ajuste se logrará en la práctica mediante mucho desempleo y precarización laboral («flexibilidad»), para que los parados en situación desesperada acepten trabajar por sueldos que nunca antes habrían aceptado. Después de unos cuantos años de doloroso ajuste, se conseguirá que la población trabajadora cobre de media mucho menos. Al final viajar al extranjero saldrá también más caro, lo mismo que los iPods, el gasóleo y las zapatillas Adidas.

Y no hemos hablado de las deudas. Cuando se produce una devaluación monetaria, los ahorros y las deudas se devalúan a la par. Esto hace que los acreedores pierdan valor real, mientras que los deudores aligeran sus hipotecas. Es una manera de reducir el apalancamiento de la sociedad, tanto del estado como de empresas y particulares. En la situación que tenemos de burbuja de deuda, esto es muy necesario.

En el caso de una deflación interna, las deudas se hacen mayores y los impagos se extienden como una plaga. Los acreedores no pierden valor «monetario», pero se enfrentan a la quiebra debido a una insoportable tasa de morosidad.

El resumen de todo esto, es que una devaluación monetaria perjudica principalmente a las fortunas y a los acreedores (bancos nacionales y extranjeros), mientras que la deflación interna que nos están imponiendo perjudica a los deudores (los ciudadanos hipotecados y el estado) y a los millones de personas que se quedan en paro.

Hay otra diferencia importante entre las dos maneras de ajustar la competitividad. La devaluación monetaria tiene un efecto inmediato de creación de empleo (y por tanto de aumento de producción y riqueza), mientras que la deflación interna genera mucho paro durante al menos un lustro durante el cual muchos millones de parados no producen nada (se deja de crear riqueza, lo cual empobrece y endeuda todavía más al país).

El camino de la deflación interna solo se puede aplicar en época de bonanza (como hizo Alemania en la década anterior a la crisis) ya que el crecimiento absorbe el desempleo generado, pero en época de depresión es un sistema absolutamente insostenible y suicida.

Gabriel Asuar Coupé
5 de noviembre de 2012
desgobierno.es

Anuncio publicitario

14 comentarios en “¿Nos saldría aún más caro el petróleo si saliéramos del euro?

  1. Ahora entiendo mejor las cosas.
    Una cosa es cierta y es que al crear la moneda única antes de haber hecho la unión política, se hicieron las cosas al revés. Me explico: no hubo ninguna autoridad capaz de poner freno a las políticas del despilfarro y a la corrupción interna de cada país.
    Ahora una pregunta: ¿sería posible deshacer la Unión Europea que se hizo precipitadamente y sobre bases defectuosas, para luego, en el futuro, rehacerla una vez que los países hubieran recuperado los puntos de soberanía antes cedidos? ¿No existiría entonces el peligro de que la gente de a pie no estuviese por la labor de repetir la experiencia y que se acabase definitivamente con el sueño de una Europea unida, más justa, capaz de controlar a sus caciques locales y a sus corruptos?

    • Es un planteamiento interesante.

      La verdad es que soy pesimista respecto de una integración política europea en el corto o medio plazo. El experimento del euro ha resultado tan nefasto, que la opinión pública va a ser contraria a realizar una Unión Europea 2.0, rompamos o no la actual UE.

      Una unión política no es viable entre pueblos que no comparten ni idioma, ni historia, ni cultura. Los nacionalismos brotarían instantáneamente y con virulencia. No se aprobarían los referendos de cesión de soberanía hacia unos hipotéticos Estados Unidos de Europa.

      Por otro lado, creo que hay que desmitificar la Unión Europea. Su origen es comercial y económico (Unión del carbón y del acero). Su evolución ha supuesto la ampliación de un mercado único que compitiera con el gran mercado estadounidense. Y su «culminación» ha sido una moneda única destinada a competir con el dólar. De no haber tenido la competencia del gigante norteamericano y su dólar hegemónico (el petrodólar), Europa no se habría embarcado en una creación defectuosa como el euro.

      Respecto de que la Unión Europea tiene un objetivo pacifista, creo que hay que recordar que antes de la Primera Guerra Mundial el continente había vivido un siglo entero (1815-1914) de paz, solo alterado por la guerra francoprusiana que fue de pequeña escala.

      Quiero decir con esto que el origen de las guerras mundiales no es tanto un problema de mala vecindad como de resistencia violenta de los anglosajones ante una visible pérdida de la hegemonía frente al pueblo germano, y que llevaban siglos disfrutando.

      Así, hoy en día no hay que temer por una futura guerra entre los mismos actores, sino entre los anglosajones y China-Rusia. Y en tal caso, no está claro qué bando tomaría el tándem Francia-Alemania (lo que está claro es que han jurado no volver a pegarse entre sí incitados por los ingleses).

      Lo dejo, que nos salimos del tema económico.

      Gracias por comentar.

  2. Me parecen excelentes los artículos que expones. Te felicito encarecidamente por abrirnos los ojos, y sobre todo, ofrecernos puntos de vista objetivos y claros de la realidad que nos rodea. Te animo a que sigas en esta linea. Gracias por tus aportaciones y un saludo.

  3. En primer lugar permíteme que te diga que tus análisis me parecen siempre pertinentes y muy interesantes. Dicho esto, te escribo estas líneas puesto que hablas del petróleo y últimamente ando yo muy nervioso y angustiado con el tema. Resulta que el miércoles 7 de Noviembre Canal 33 (Televisión pública catalana) emitió el programa Singulars sobre «la crisis energética». El invitado al programa fue Antonio M. Turiel, científico del CSIC, quien explicó que el mundo tal y como lo conocemos es del todo inviable debido a que se ha llegado al cenit de producción del petroleo o peak oil (máxima cantidad de petróleo extraída) y debido al hecho de que se esté llegando, asimismo, o se haya llegado ya, al cenit de muchas otras materias primas. Sus afirmaciones venían avaladas por gráficas de la Agencia Internacional de la Energía, por declaraciones de dirigentes de las petroleras reconociendo el dato, y otros detalles contundentes. Cabe decir que este es un tema muy relevante en el mundo anglosajón y que el Sr. Turiel puso encima de la mesa informes de Lloyd’s sobre el tema, de los ejercitos americano y español, informes de la indústria británica, muchos articulos de la prensa internacional, etc. Yo la verdad quedé perplejo puesto que si bien es de sentido común pensar que los recursos en el planeta son finitos no había caído en que quizás esta crísis esté relacionada también con el hecho de que haya empezado ya el declive (primero en forma de extracción ya no creciente sino constante de crudo) de los recursos fósiles. Y es que sin el crecimiento exponencial de las materias primas no puede haber crecimiento económico. Con lo que el científico concluyó que aún no se había tocado techo en cuanto al número de parados y que el PIB no crecerá nunca más. En el programa se comentó que dicho señor tenía un blog. La verdad es que el blog es profuso en datos y argumentos científicos y, al menos para mi, queda poco margen para la duda. Este es el enlace del blog: http://crashoil.blogspot.com.es/

    • El blog que comentas es muy interesante. No obstante, con respecto al Peak Oil tengo varias consideraciones:

      – el petróleo sigue siendo, y por mucho, la fuente de energía más barata que hay, pese a que su precio supere los cien dólares el barril,
      – la demanda de petróleo es sumamente inelástica en el corto plazo. Es decir, que a corto plazo no podemos sustituir la energía de los hidrocarburos por otras fuentes. Una interrupción en el suministro de hidrocarburos tendría consecuencias desastrosas casi inmediatas,

      Si se tene en cuenta que las reservas estratégicas de cada país suelen estar llenas y que solo cubren un mes, es obvio que todo el petróleo que se extrae corresponde con el petróleo que se consume.

      En consecuencia, todas las gráficas que muestran una reducción de la producción GLOBAL, en realidad muestran una reducción de la demanda. Es cierto que muchos campos petrolíferos han llegado a su Peak Oil (punto de máxima producción a partir del cual esta decae), pero constantemente se están perforando nuevas explotaciones para cubrir la demanda.

      Por todo esto pienso que más que peak oil, lo que vamos a ver es un encarecimiento progresivo del petróleo hasta que su precio se ponga en línea con otras fuentes de energía más caras (primero el carbón y después las renovables).

      No vamos a quedarnos sin petróleo de la noche a la mañana, y esta crisis no tiene su origen en un agotamiento del petróleo, sino en el agotamiento del sistema monetario (petrodólar) que permite que Occidente esquilme los recursos naturales de los países en vías de desarrollo.

      Gracias por comentar.

      • Hola, Gabriel. Gracias por la comparación entre los dos tipos de devaluación. Yo había leído que salirnos del euro beneficiaría a las elites, pero ya intuía que difícilmente se verían más favorecidas que con la dirección actual.

        En cambio, disiento por completo de tu apreciación de la producción de petróleo. Como bien dices, la demanda, o, lo que es lo mismo, la oferta, está cayendo, ¡pero lo hace mientras los precios suben! Es decir, no es que sepamos vivir con menos petróleo, sino que escasea y nos vemos obligados a pagar más para poder continuar nuestro ritmo de vida.

        El petróleo no se acabará de la noche a la mañana, pero poco le faltará. Si no se derrumba la producción no es porque quede mucho, sino porque estamos sacando el poco que queda a un gran ritmo. Por ejemplo, el boom del gas no convencional ha terminado casi antes de empezar. Es decir, estamos rebañando el plato. Muy rápidamente, eso sí, lo que prueba el gran ingenio humano aplicado a problemas técnicos, pero buena parte del petróleo de hoy en día no son más que las últimas migajas.

        • Gracias por el comentario.

          Lo de que se acaba el petróleo, si bien será cierto algún día, se lleva diciendo durante décadas, y cada vez hay más capacidad de extracción en función de la demanda.

          Lo de que suba el precio, está por ver si es por escasez o por especulación. Ante un hipotético ocaso del petrodólar, es normal que todas las materias primas suban de precio. El oro, la plata, el azúcar, el trigo, el cobre y un sinfín de materias primas están también disparados, ¡hasta las obras de arte!

          En cualquier caso, el final del petróleo no será de la noche a la mañana, ya que hablamos de muchos campos petrolíferos con fechas de agotamiento previstas muy distintas.

          El petróleo sigue siendo, y por mucho, la energía más barata. Por eso se hacen guerras para tener el control del recurso.

          Cuando el petróleo escasee de verdad, lo sabremos porque su precio habrá subido hasta aproximarse al coste de las energías renovables, y entonces dejará de ser un objetivo estratégico.

          Pero esto sucederá, pienso yo, de manera gradual. En cambio, lo que no tiene nada de gradual es el estallido del esquema Ponzi mundial de deuda de vivimos y que terminará con el sistema monetario actual. Creo que una cosa y la otra no van a suceder a la vez. Esta no es una crisis del petróleo, es una crisis financiera sistémica, una crisis democrática y una crisis de equilibrio internacional.

          Saludos cordiales.

  4. Gabriel, muy interesante tu post y muy didáctico diferenciar entre devaluación de la moneda y deflación interna. España y Europa en general han elegido la deflación interna. No se sabe hasta cuando se podrá transitar por este sendero sin causar un colapso del sistema.
    Con respecto a la crisis económica, pienso que si tiene relación con la crisis energética. Aunque aún no notamos una escasez de petróleo, es cuestión de pocos años que percibiremos el efecto negativo de la reducción en la extracción del petróleo convencional. Este petróleo no va a poder ser sustituido por nuevos descubrimientos, ni por los petróleos no convencionales. Se contrae la demanda de energía porque la oferta no puede satisfacer las crecientes necesidades del oro negro. Estamos en una meseta muy alta de producción que no va a poder ser mantenida por mucho tiempo. Existe aún mucho petróleo pero cada vez es y será más caro extraerlo con un TRE más reducido. La energía, la economía y la población están directamente relacionados. La crisis energética es una espada de Damocles que puede provocar que esta crisis económica nunca se acabe.

    • La TRE (tasa de retorno energética) se traduce simplemente en un encarecimiento de la extracción, ya que hay que extraer más petróleo para compensar el que se gasta en su extracción. Pero las nuevas técnicas de extracción van mejorando la TRE, haciendo viables yacimientos que no lo eran (junto con el encarecimiento del petróleo).

      Estoy de acuerdo en que la energía fósil irá en declive (y su precio seguirá subiendo), pero en cualquier caso la crisis actual no tiene que ver con esto.

      Desde hace décadas algunos predicen que el Peak Oil está ya encima, pero se ha seguido aumentando la producción a medida que crecía la demanda.

      No hay indicios concluyentes de que el Peak Oil ya haya llegado, puesto que la reciente bajada de producción se debe a la menor demanda por culpa de la crisis, y no al revés. No se ha dejado de construir casas porque la energía fuera muy cara. Pero el frenazo de la construcción sí que ha implicado una reducción del consumo energético.

      Esto lo debatimos en profundidad en ForoPesetas, por si quieres pasarte.

      Saludos cordiales, Gabriel.

        • Yo no creo que un enfoque tenga que invalidar otro per se. Pienso que son varios los factores que nos han traído hasta aquí. Y en este sentido creo que tus análisis son muy buenos al tiempo que creo que Antonio Turiel y muchos otros están poniendo de manifiesto de una manera muy rigurosa que el peak oil es un factor importantísimo para explicar la situación actual. Ese post que recomiendo Juan Carlos es simplemente excepcional para entender que de esta crisis no vamos a salir nunca -siempre que sigamos en este paradigma, claro esta-. Un abrazo.

¿Tienes algo que añadir? Deja un comentario, gracias.

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s