He leído una noticia en elEconomista.com (1) de mediados de mayo que resulta muy técnica para ser entendida por lectores sin conocimientos de economía, y que tiene una gran trascendencia. Lo malo es que la explicación de los mecanismos implicados lleva un poco de tiempo ya que hay que entender varios conceptos.
La noticia
Lo que viene a decir la noticia es que varios bancos europeos que habían tomado prestado dinero en el LTRO poniendo como colateral deuda pública, han tenido pérdidas por las minusvalías del colateral, y han tenido que recurrir al ELA (Emergency Liquidity Assistance) para poder devolver parte del dinero prestado. El ELA se emplea como mecanismo de último recurso para entidades financieras con serios problemas. Esto es una señal de que hay bancos que están sufriendo nuevas pérdidas en los últimos meses por culpa de la pérdida de valor de la deuda pública periférica.
La explicación
¿Os acordáis del LTRO (Long Term Refinancing Operation) de principios de año? Sí, es esa barra libre de liquidez a 3 años que proporcionó el BCE en dos inyecciones (21 de diciembre de 2011 y 29 de febrero de 2012) por un total de un billón de euros, de los cuales la banca española acaparó 1/3, o sea 300.000 millones de euros, ¡unos 50 billones de las antiguas pesetas! Casi nada…
El dinero del LTRO estaba concebido para que la banca periférica comprara la deuda pública de sus respectivos países y así bajaran las primas de riesgo país. De esta manera se evitaría que el BCE tuviera que seguir comprando en el mercado secundario deuda pública periférica.
En efecto, el BCE ha estado comprando deuda pública española desde mayo de 2010, coincidiendo con el fin de semana en el que Zapatero cambió radicalmente, y de la noche a la mañana, la política de estímulos por la política de recortes. El trato con ZP fue sencillo: el BCE te salva de la suspensión de pagos comprando deuda pública en el mercado secundario (cosa prohibida según los estatutos del BCE) a cambio de que empieces a hacer recortes ya mismo.
En la siguiente gráfica se puede comprobar la coincidencia de la compra de deuda pública del BCE con la fecha de la metamorfosis política de ZP.
SMP es el acrónimo de Securities Markets Programme. Según la página del BCE:
The Eurosystem has launched two Covered Bond Purchase Programmes (CBPP, which ended in June 2010 and CBPP2, which started in November 2011) in to order to purchase euro-denominated covered bonds and, since 10 May 2010, it has conducted interventions in debt markets under the Securities Markets Programme (SMP).
Como podéis ver en la gráfica, el BCE ya acumula 225.000 millones de euros de deuda pública periférica, con lo que tiene una gran exposición a una posible quiebra de los estados emisores.
Si miráis con más detalle, comprobaréis que en septiembre de 2011 cuando el pánico volvió a los mercados de deuda, el BCE tuvo que comprar grandes cantidades de deuda para evitar la suspensión de pagos de España e Italia. Precisamente para evitar incrementar este balance de deuda periférica del BCE se creó el LTRO.
Funcionamiento del LTRO
A cambio de los préstamos a 3 años del LTRO, el BCE exige que se ponga una garantía (o colateral) de «máxima calidad», aceptando deuda pública periférica. Esto me recuerda al «se acepta pulpo como como animal de compañía».
Cada 3 meses, el BCE verifica que el valor del colateral equivalga al montante prestado. Si el colateral se ha devaluado, los bancos tienen que elegir entre devolver parte de lo prestado o poner más colateral para mantener el préstamo.
Si un inversor compra en marzo de 2012 100.000 € deuda pública a 10 años con un tipo de interés anual del 3%, y mantiene las obligaciones hasta el vencimiento, recuperará un total de 130.000 € (si todo ha ido bien).
Supongamos que un par de meses después, en mayo de 2012, la prima de riesgo ha subido y el interés alcanza el 6%. Un segundo inversor que compre en mayo 100.000 € de obligaciones del estado a 10 años obtendrá a vencimiento 160.000 €.
El primer inversor tiene prácticamente las mismas probabilidades que el segundo de sufrir un impago a lo largo de esos diez años, pero va a percibir 30.000 € menos de rentabilidad. ¡Pues bien, si quiere deshacerse en mayo los títulos que compró en marzo, va a tener que venderlos solo por 70.000 €, asumiendo unas pérdidas de 30.000 € tras solo dos meses!
Consecuencias del LTRO
La compra de deuda por parte de los bancos españoles ha hecho bajar los intereses a pagar por el estado al inicio de 2012 del 6,5% al 5%. Hablamos del interés final, no de la prima de riesgo, que es la diferencia entre el interés español y el alemán.
Todas las colocaciones de deuda española correspondientes a vencimientos o a nuevas emisiones han sido compradas básicamente por el Santander y el BBVA, los únicos bancos españoles con músculo suficiente como para adquirir tales cantidades.
Los tenedores extranjeros de deuda pública española han aprovechado la circunstancia para venderles apresuradamente todos los títulos que han podido. Es lo que se ha llamado la de «domesticación» de deuda (mala traducción del inglés). Así, la deuda española vuelve a casa, y en caso de ruptura del euro se minimizan daños para el resto del continente. Este era precisamente el objetivo del LTRO: permitir a los tenedores extranjeros de deuda pública española que se deshicieran de esos activos tóxicos antes de que se produzca la ruptura del euro.
En efecto, tan solo en un trimestre, la deuda ha pasado de estar en un 50% en manos extranjeras, a solo un 37%. Estamos hablando de la repatriación de casi 70.000 millones de euros en títulos de deuda (2).
Si sobre el total de la deuda en manos del Santander y del BBVA que asciende a 110.000 millones de euros (3), tomamos el plazo medio de vencimiento que es de 6,2 años y aplicamos las minusvalías por el incremento del riesgo de 1,5% entre marzo y mayo de 2012, nos salen unas pérdidas de 10.230 millones de euros, o sea 1,7 billones de las antiguas pesetas.
Conociendo que el beneficio declarado del Santander en 2011 ascendió a 5.351 millones de euros, y el del BBVA a 3.004 millones de euros (4), se puede inferir que las pérdidas por haber comprado deuda pública española durante el primer trimestre de 2012 ya son más elevadas que los beneficios atribuidos en 2011. Un gran varapalo para unos bancos que siguen descapitalizándose vía reparto de dividendos en los tiempos que corren (todo un saqueo por parte de los accionistas).
Lo último que estamos viviendo es que la «Troika» presiona al gobierno español para que sanee la banca con fondos públicos. Esta es la manera perfecta para que los futuros impuestos de los españoles rescaten en el presente a los acreedores internacionales de nuestra banca, que son quienes asumieron un riesgo a cambio de la rentabilidad exigida.
Para saber más de esto último y no alargar el post, ver la entrada La “Troika” nos exige socializar las pérdidas antes de la ruptura del Euro.
Gabriel Asuar Coupé
31 de mayo de 2012
desgobierno.wordpress.com
Referencias:
(2) http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/25/economia/1337944422.html
(4) http://www.invertia.com/noticias/articulo-final.asp?idNoticia=2634596
el 3% de 100.000 es 103.000 no 130.000
Repartiendo un cupón anual, salen diez cupones más la devolución del nominal.